Finalmente no hubo final feliz tras 2 años de negociaciones para la reforma laboral entre sindicatos y CEOE, por lo que se tendrá que aprobar vía de decretazo. El borrador que maneja el gobierno incluye cambios en los contratos tanto indefinidos como temporales, las bonificaciones y el despido. Las nuevas medidas tendrán una vigencia temporal hasta 2011 o 2012.